Uno de los estrenos de esta semana es Green Zone: Distrito protegido, dirigida por Paul Greengrass y basada en la novela de Rajiv Chandrasekaran. La historia se desarrolla en la última invasión a Irak en 2003 por parte de EEUU para buscar unas supuestas armas de destrucción masiva que, finalmente y tal y como todo el mundo suponía (a excepción de Bush, Blair y Aznar), no existían, y eran una mera coartada para dar un golpe de Estado en condiciones. Esto es precisamente lo que le pasa al alférez Miller (Matt Damon), que tras varios intentos fallidos de búsqueda de las dichosas armas se empieza a preguntar si realmente existen o qué diablos pasa. ¿Alguien ha dado información falsa? ¿Quién ha sido? ¿Por qué lo ha hecho? Serán los interrogantes que se le plantearán al espectador visionando el entretenido filme.
La película no va a pasar a la historia por ser la mejor de la historia, pero es cine palomitero que de vez en cuando apetece. Además era un preestreno, y gratis, así que había que ir. Los actores en general cumplen, destacando Yigal Naor, quien interpreta a Al Rawi, un oficial del ejército iraquí.
Parece que los estadounidenses ya van aceptando que la invasión a Irak fue una cagada, y está bien que esto sea mostrado a través de películas como Green Zone: Distrito protegido. En la obra vemos cómo se articula un golpe de Estado para instaurar un gobierno títere que obedezca a su amo el tío Sam, práctica que éste ha venido desarrollando a lo largo del siglo XX. Muy bueno también, por cierto, el contraste mostrado entre el distrito protegido en sí y el resto de Irak, destrozado por los ocupantes, que me ha recordado al choque visual y social que podemos ver en la última película de Costa-Gavras, Edén al oeste, donde, mientras aparece el cuerpo muerto de un inmigrante que llega a la orilla, los turistas se lamentan porque no se podrán bañar, pero bueno, "menos mal que tenemos piscina".
De señalar algo malo, me quedaría con esos movimientos bruscos de cámara que hacen que ésta “se note”. A veces me he mareado un poquillo.
En fin, si no hubiese sido un preestreno gratuito en la facultad es seguro que no hubiera ido a verla, pero siendo así no perdía nada, y la verdad es que he salido bastante satisfecho.
La película no va a pasar a la historia por ser la mejor de la historia, pero es cine palomitero que de vez en cuando apetece. Además era un preestreno, y gratis, así que había que ir. Los actores en general cumplen, destacando Yigal Naor, quien interpreta a Al Rawi, un oficial del ejército iraquí.
Parece que los estadounidenses ya van aceptando que la invasión a Irak fue una cagada, y está bien que esto sea mostrado a través de películas como Green Zone: Distrito protegido. En la obra vemos cómo se articula un golpe de Estado para instaurar un gobierno títere que obedezca a su amo el tío Sam, práctica que éste ha venido desarrollando a lo largo del siglo XX. Muy bueno también, por cierto, el contraste mostrado entre el distrito protegido en sí y el resto de Irak, destrozado por los ocupantes, que me ha recordado al choque visual y social que podemos ver en la última película de Costa-Gavras, Edén al oeste, donde, mientras aparece el cuerpo muerto de un inmigrante que llega a la orilla, los turistas se lamentan porque no se podrán bañar, pero bueno, "menos mal que tenemos piscina".
De señalar algo malo, me quedaría con esos movimientos bruscos de cámara que hacen que ésta “se note”. A veces me he mareado un poquillo.
En fin, si no hubiese sido un preestreno gratuito en la facultad es seguro que no hubiera ido a verla, pero siendo así no perdía nada, y la verdad es que he salido bastante satisfecho.
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