viernes, 12 de agosto de 2011

EL FUEGO FATUO, Louis Malle (1963) [7/10]



Una de las películas más importantes de la Nouvelle Vague, aquella corriente cinematográfica que, influida por el neorrealismo italiano, vino a darse a finales de la década de los 50’ en Francia y que acabó por extenderse por toda Europa en forma de los llamados “nuevos cines”; una de las películas más representativas de estas nuevas olas, decimos, es El fuego fatuo, de Louis Malle.
En ella el director dirige un acertado golpe al corazón de la sociedad burguesa de principios de los 60’, plagada de nuevos ricos etnocentristas y snobs ególatras. Nos encontramos ante el viaje que Alain Leroy (Maurice Ronet) realiza por su pasado, visitando a sus antiguos amigos, camaradas y ligues, todos ellos ya maduros y casi peinando canas, algo que él parece incapaz de hacer, madurar.
Uno de los aciertos de Malle a la hora de afrontar la realización de El fuego fatuo es su negativa a irlo explicando todo conforme los acontecimientos van teniendo lugar. Así, deja que sea el espectador el que, por su propio pie, decida entrar en el universo interior de Leroy, identificarse o no con él, y participar de la experiencia que el director le propone.
El fuego fatuo constituye una reflexión y una invitación al debate en torno al cambio generacional, cuando ya se deja de ser joven e idealista y uno se da de bruces contra el muro de la realidad y de la hipoteca a pagar. Y ya no quedan ahí ni los camaradas, ni los amores, ni los amigos. Solo la soledad.


1 comentario:

  1. Uy, Fernando, haces una series de clasificaciones y asociaciones que suenan a que ciertamente estudias Comunicación Audiovisual, ya que en España existe el horrible vicio de enseñar una historia lineal en la que unas etapas suceden a otras.

    En primer lugar me parece cuanto menos muy discutible que Louis Malle perteneciera a la nouvelle vague, porque no pertenecía al núcleo duro y porque permaneció ajeno a su ideario y a sus reivindicaciones, como tampoco diría que perteneciesen Jacques Becker y ni mucho menos Robert Bresson, que los suelen colar en el saco también. ¿Sólo pertenecían los de Cahiers?, pues no tengo seguridad absoluta, pero creo que habitualmente se incluye a casi cualquier director joven de finales de los 50 y principios de los 60.

    En segundo lugar es muy discutible que la nouvelle vague estuviese influenciada por el neorrealismo italiano, o al menos creo que no lo estaba mucho más que por el cine de Hollywood, adoraban a Hitchcock, a Fritz Lang, a Howard Hawks. Y ni mucho menos la nouvelle vague se extendió por Europa, ya que no fue el primer movimiento rupturista por entonces, ya en Italia Rossellini y Antonioni practicaban una especie de neorrealismo avanzado y cada país tenía su propia historia y sus propias influencias.

    Mi intención no es corregirte errores personales, eeeen absoluto, sino poner en cuestión esa visión de la historia del cine, que en los programas universitarios que he podido leer es muy habitual, terroríficamente habitual, en el que las etiquetas no sirven para facilitar el trabajo, sino que son bloques de cemento armado que se van sucediendo las unas a las otras y donde no se considera que la evolución de directores y movimientos haya podido ser progresiva, compleja y condicionada por múltiples influencias. Para ellos la historia del cine es algo así como Griffith-expresionismo-Eisenstein-Kane-nouvellevague-GeorgeLucas-3D. ¡Huye de tus profesores!, que tú tienes más inteligencia y perspicacia que eso...Y borra este comentario si "ellos" están leyendo esto...que tampoco te quiero poner en un compromiso...jajaja...

    Saludos

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