lunes, 6 de junio de 2011

VÉRTIGO, Alfred Hitchcock (1958) [6,7/10]

Una de las obras más conocidas de Alfred Hitchcock es, sin duda, Vértigo, escrita por Alec Coppel y Samuel Taylor.
En el papel principal tenemos a James Stewart, interpretando a un detective retirado de la profesión a causa de su miedo a las alturas que un día recibe un último encargo por parte de un antiguo amigo suyo de la juventud. Deberá vigilar a la mujer de éste, Madeleine (Kim Novak), que parece poseída por alguien del pasado, un muerto.
Vértigo es, con diferencia, una de las películas más sobrevaloradas de la Historia del Cine. No sé si es que soy yo, que no aguanto tanto melodramatismo, pero la supuesta atracción que Scottie siente hacia Madeleine no se la cree ni Dios, y a la inversa mucho menos, hasta el punto de llegar el momento en que no se entiende muy bien por qué los personajes actúan como actúan, no se ofrecen explicaciones, aunque quizá lo que se pretenda sea eso, hablar de la locura del amor apasionado, pero desde luego que conmigo no cuenten, al menos si es para hacerlo así de mal.
La película, además, cuenta con unos fallos de guión garrafales, que insultan a la inteligencia del espectador. Eso sí, posee imágenes verdaderamente hipnóticas, dignas del mismísimo Lynch, con una composición del cuadro que quita el hipo y unos actores no demasiado agraciados.
Al igual que haría más adelante en Psicosis, también de Hitchcock, Bernard Herrmann vuelve a estar al cargo de la música del filme, posiblemente una de las pocas cosas que se salven de Vértigo, película aceptable, que sí es cierto que se digiere mejor en un segundo visionado.

4 comentarios:

  1. Es la primera vez que me dirijo a ti, Fernando: acabo de leer las líneas que le dedicas a "VERTIGO" y tras recuperarme del soponcio, he de reconocer que le has echado cataplines para conseguir un record verdaderamente inigualable como es el de ser el autor del comentario más delirante que jamás se ha escrito sobre la obra maestra de Hitchcock. Por cierto, ¿seguro que te refieres a la película de Hitchcock? ¿no existirá una confusión, no sé, con alguna de Jesús Franco?

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  2. Jajajaja, no, Teo, no. Me refiero a la de Hitchcocl, no a otra. Lo siento, pero no me la creo.

    Por ejemplo, Cuando Scottie acude al puente de San Francisco para ver cómo Madeleine se "suicida" y, tras rescatarla, se la lleva desmayada a su casa ¿Cómo diablos hace para llevarse los dos coches (el de Madeleine y el suyo propio)?

    ¿De verdad alguien se cree que Scottie se llega a enamorar de Madeleine? ¡Pero si apenas se conocen! Seré yo, que soy muy tradicional.

    Un saludo, recupérate, y gracias por pasarte por el blog! ;)

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  3. Fernando, dicho sea con todos los respetos , tu comentario es digno del mismísimo Alejandro Amenábar :-P (tómatelo más como una puya contra Amenábar que contra ti, jeje):Orsoncito Amenábar, que también le saca defectos a aspectos que poco le importaban a Hitchcock.Eres, Fernando, lo que Hitch llamaba un "verosimilista", usas todos los argumentos que ya se usaban en la época de Hitchcock y que probablemente le dolieran ya por entonces, por eso necesitó ese "desquite" explicativo hablando con Truffaut de cómo pensaba y sentía sus propias películas, y Truffaut quería escribirlo porque continuamente replicaba argumentos relacionados con la verosimilitud de las películas de Hitchcock, y esa verosimilitud poco le importaba a ambos. Truffaut no podía creer que se criticara a "La ventana indiscreta" por no reflejar bien la verdadera vida en un vecindario de esas características.

    Obviamente tienes para mí razón en una sola cosa, si de fallos de guión se trata "Vértigo" no se aguanta por ninguna parte, nada de lo que cuenta es creíble, como puede ser creíble "Un extraño en mi vida", "El apartamento", Cassavetes o Bergman, pero es que ni de lejos lo pretende.

    Los personajes son iconos, figuras casi mitológicas, la película es un cuento acerca de un hombre que pretende sustituir a una mujer perdida, como Hitchcok intentaba sustituir a Grace Kelly disfrazando a Kim Novak de princesa de Mónaco. Más que sobre la pasión amorosa, "Vértigo" es un diario sobre la obsesión, sobre el fetichismo (sexual), sobre el dolor de la pérdida, a veces resulta demasiado imposible expresar algunas emociones con una historia perfectamente armada, y sólo puede hacerse con un esqueleto con las imperfecciones y los largos tiempos vagos y muertos de "Vértigo".

    Años más tarde Hitchcock hizo un remake de "Vértigo" con espejos deformantes y lo llamó "Marnie", y resultó aún más doloroso.

    No pretendo convencerte, claro, cada uno lo siente como lo siente, pero creo honestamente que tu enfoque (el que has elegido en este texto) no es justo con un hombre que se preguntaba sin parar "cómo expresarse de un modo puramente visual", para el que el guión era una herramienta al servicio de...y no un fin en si mismo. Uno de los más grandes creadores de imágenes del siglo XX, del cual "Vértigo" es, en mi opinión, una de sus obras maestras más absolutas, y obra maestra poco tiene que ver con la perfección.

    En esas imágenes que mencionas "dignas de Lynch" (será al revés, digo yo, con toda la veneración por Lynch de la que soy capaz), en esas imágenes está la grandeza de la inabarcable "Vértigo", que si nuevos contratiempos no me lo vuelven a impedir podré ver en pantalla grande por primera vez el miércoles que viene tras muchiiiiisimos visionados en casa.

    Un cordial saludo vertiginoso

    Sergio

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  4. Hola. Buscando en internet una crítica de Vértigo me he encontrado con estos comentarios y se me ha ocurrido entrometerme en el hilo. La verdade es que he visto la película unas cuantas veces y en la última, algo muy evidente y en lo que no había caído antes (inexplicablemente) es en uno de esos fallos de guión (al juicio de este humilde expectador) que la verdad, hace que se desvirtúe un poco esta obra maestra. Es lo siguiente (spoilerrrrr!!!): me parece una excusa un tanto tosca, que cuando el personaje de Stewart ve como se suicida Madeleine, se marche del lugar sin ni siquiera preocuparse por si pudiera seguir viva. Desde luego es una mala excusa para impedir que éste vea que el cadáver es en realidad el de una mujer que no conoce, la verdadera mujer de su amigo. Pienso que una obra maestra no debiera tener ese tipo de soluciones tan inocentes. Para mí, sin duda la obra maestra de Hichcock es Psicosis. NO sé que opinais.

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