Cuando a finales de los 80’ el bloque comunista europeo se venía abajo, muchos intelectuales de Occidente, el lado capitalista, decían estar asistiendo al fin de la historia, idea concebida por el conocido sociólogo estadounidense de origen japonés Francis Fukuyama. El socialismo real aparecía ante los ojos de todo el mundo como el gran derrotado, y el capitalismo liberal como vencedor y por lo tanto como único sistema económico-social viable y digno de desear. Por eso, a partir de entonces, sólo se podría jugar a ser rojo dentro de los límites establecidos por el mercado y reservados a la socialdemocracia, no más.
Sea o no verdad que la caída de los Estados socialistas de Europa del Este constituye el último capítulo de la historia, lo que sí es cierto es que se trata de uno de los mas reseñados en las tertulias políticas, y por supuesto su reseña ha sido llevada a cabo también a través de los ojos del cine.
La visión que el cine ofrece de dicho periodo varía desde la pseudo-nostalgia de lo que pudo ser y no fue que muestra Good Bye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003) hasta la denuncia de lo que, a ojos del director, constituyó el imperio del terror en manos de la todopoderosa Stasi, visión que ofrece La vida de los otros (Florian Henckel-Donnersmarck, 2006), ambas, por cierto, ambientadas en Alemania, cuya caída del Muro se convirtió en el símbolo de los mencionados derrota del comunismo y fin de la Historia.
La película que comentamos también nos devuelve a finales de los ochenta, esta vez en Rumanía, en lo últimos días del Gobierno del que fuera bautizado como el vampiro de los Cárpatos, el comunista Nicolae Ceaucescu.
Magistralmente escrita y dirigida por Cristian Mungiu, 4 meses, 3 semanas y 2 días cuenta de manera nada nostálgica la historia de dos estudiantes llamadas Otilia (Anamaria Marinca) y Gabita (Laura Vasiliu), esta última embarazada, que acuden a un médico para que, de forma clandestina, le practique un aborto a Gabita.
Mediante una dirección tan extremadamente realista como opresiva, la cámara nos muestra la forma en que las dos jóvenes se enfrentan en su día a día a la burocracia del Estado socialista rumano, donde los sobornos y la clandestinidad para salir adelante están a la orden del día.
La realización es correcta, sencilla y sin complicaciones, quizá cercana al Dogma 95, sin música y sin luz artificial, lo que hace que en alguna ocasión la oscuridad sea chirriante. Nos encontramos con largos planos fijos generales absolutamente democráticos con la mirada del espectador, también con cámara al hombro y en más de una ocasión planos-secuencia, que no hacen sino probar la altísima gama de cada uno de los actores que aparecen en la pantalla, del mismo modo que lo veíamos en La mirada de Ulises de Angelopoulos. A este respecto conviene también señalar que la perfecta construcción de cada uno de los personajes se hace patente en cada segundo de metraje. No existe el cartón-piedra, todo es real, y la magia del cine aflora ocupando cada uno de los espacios, por recónditos que sean.
Sea o no verdad que la caída de los Estados socialistas de Europa del Este constituye el último capítulo de la historia, lo que sí es cierto es que se trata de uno de los mas reseñados en las tertulias políticas, y por supuesto su reseña ha sido llevada a cabo también a través de los ojos del cine.
La visión que el cine ofrece de dicho periodo varía desde la pseudo-nostalgia de lo que pudo ser y no fue que muestra Good Bye, Lenin! (Wolfgang Becker, 2003) hasta la denuncia de lo que, a ojos del director, constituyó el imperio del terror en manos de la todopoderosa Stasi, visión que ofrece La vida de los otros (Florian Henckel-Donnersmarck, 2006), ambas, por cierto, ambientadas en Alemania, cuya caída del Muro se convirtió en el símbolo de los mencionados derrota del comunismo y fin de la Historia.
La película que comentamos también nos devuelve a finales de los ochenta, esta vez en Rumanía, en lo últimos días del Gobierno del que fuera bautizado como el vampiro de los Cárpatos, el comunista Nicolae Ceaucescu.
Magistralmente escrita y dirigida por Cristian Mungiu, 4 meses, 3 semanas y 2 días cuenta de manera nada nostálgica la historia de dos estudiantes llamadas Otilia (Anamaria Marinca) y Gabita (Laura Vasiliu), esta última embarazada, que acuden a un médico para que, de forma clandestina, le practique un aborto a Gabita.
Mediante una dirección tan extremadamente realista como opresiva, la cámara nos muestra la forma en que las dos jóvenes se enfrentan en su día a día a la burocracia del Estado socialista rumano, donde los sobornos y la clandestinidad para salir adelante están a la orden del día.
La realización es correcta, sencilla y sin complicaciones, quizá cercana al Dogma 95, sin música y sin luz artificial, lo que hace que en alguna ocasión la oscuridad sea chirriante. Nos encontramos con largos planos fijos generales absolutamente democráticos con la mirada del espectador, también con cámara al hombro y en más de una ocasión planos-secuencia, que no hacen sino probar la altísima gama de cada uno de los actores que aparecen en la pantalla, del mismo modo que lo veíamos en La mirada de Ulises de Angelopoulos. A este respecto conviene también señalar que la perfecta construcción de cada uno de los personajes se hace patente en cada segundo de metraje. No existe el cartón-piedra, todo es real, y la magia del cine aflora ocupando cada uno de los espacios, por recónditos que sean.
Una excelente obra que, aunque se le puede poner alguna que otra pega, si es representativa del resto de cine que se hace en Rumanía, deja prueba fehaciente de la buena salud de la que goza el cine rumano.
Algún día tenían que dedicar una película explicando que la mayoría de rumanos, como los habitantes de los distintos pueblos de la URSS, ECHAN DE MENOS EL SOCIALISMO, LA URSS Y CREEN QUE ANTES VIVÍAN MEJOR QUE AHORA. Es algo realmente importante y va más allá de las panfletarias demonizaciones.
ResponderEliminarPor cierto, en la mayoría de pueblos de la URSS o "aledaños" se rompió con el socialismo "real" o científico cuando murió Stalin, es decir, cuando la camarilla revisionista de Jruschev rompió con el marxismo-leninismo y renunció a la lucha de clases y a la dictadura del proletariado. El resultado de la "desestalinización" fue la venta de la URSS, totalmente consumada por el traidor Gobachov a principios de los 90. El resultado de esta venta: millones de muertos por hambre, miseria y suicidos.
Las encuestas hablan por sí solas en TODOS los países de la URSS y "aliados". En este caso de Rumanía...
http://www.soloespolitica.com/foro/viewtopic.php?f=8&t=676&view=next
http://foro.casarusia.com/viewtopic.php?f=28&t=7128
http://www.meneame.net/story/54-rumanos-afirman-viven-peor-hoy-antes-1989
http://elcaminodehierro.blogspot.com/2010/11/los-rumanos-anoran-el-comunismo.html
Alguien que conoce la realidad rumana mejor que yo y que todos los capitalistas que tratan de denigrar el socialismo rumano y al derrocado por un golpe de Estado Nicolae Ceauşescu, es Un vallekano en Rumanía. Su blog es este:
http://imbratisare.blogspot.com/
"Nos han vendido", decía no sólo el niño de Good bye Lenin, sino todos los niños de los países del Este.
Salud, y un saludo!!!
Por cierto, a ver cuando te pasas por mi blog, que ya no te juntas con los pobres!! Hahahahahaha.
ResponderEliminarEstoy poniendo pelis de la nouvelle vague!
A ver, pedazo de escoria humana. Te he conseguido una promoción buenísima, puesto que en la uni vamos a hacer un trabajo cmprando tu blog con otro, q es una puta mierda, y por tanto vas a salir ganando.
ResponderEliminarMe debes 4 o 5 millones de petrodólares no pagaderos en mamadas (aunq puedes chupármela por ocio, hay confianza) y como no te bajes mañana al barrio, serás un absoluto jujanas, ya q ni sacas barbilla ni fumas Fran.
Atentamente: El Herny (aka "Henry" el sucio) y el Vito (aka Corleone)
JAJAJA!!!
ResponderEliminarEy, muchas gracias por darme promoción ;) ¡Vaya cosas os mandan hacer en la URJC xD!
Saco barbilla, fumo Fran/
Qué maravilla, los chettos gang/
Me follo a Campanilla, soy Peter Pan/
Fuck Zumosol, one love Tang/
M.O. tiene el garfio, del capitán/
etc.
Esta tarde te llamo ;)
Salud!!