La chaqueta metálica, de Stanley Kubrick, es una película antibelicista, crítica con el imperialismo yanqui y la cultura capitalista globalizadora que se presenta ante la sociedad del espectáculo con la amable cara de Mickey Mouse.
Con un excelente inicio más cercano de lo cómico que de lo dramático, podría parecer que más adelante la película pierde algo de fuelle, pero igualmente posee perturbadoras escenas con las que lo mismo esbozas la más amplia de tus sonrisas como adoptas la más serena de las actitudes.
Al igual que ya hizo Coppola con Apocalypse Now o Cimino con El cazador, Kubrick trae la locura que ya mostró en El Resplandor a la guerra de Vietnam, plasmando en La chaqueta metálica esa atmósfera tan suya, inquietante, con una fría puesta en escena y unos largos planos conseguidos por una cámara que se desliza con tanta clase.
El director vuelve a hacer de la violencia su tema, utilizando como escenario la guerra de Vietnam, donde las marchas militares son la banda sonora y la irracionalidad de la barbarie humana se muestra en todo su esplendor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario