sábado, 11 de febrero de 2012

LOS DESCENDIENTES, Alexander Payne (2011) [5,6/10]


Ya tengo película sobrevalorada para este año. Si en 2010 me tuve que resignar viendo cómo El discurso del Rey acaparaba todos los premios y alabanzas de la crítica mientras que otras películas igualmente interesantes se veían condenadas al más triste de los olvidos (127 horas), creo que este año tampoco me libro, y la destinada a convertirse en blanco de mis manías ha sido Los descendientes, del aclamado director Alexander Payne.

Basada en una novela de Kaui Hart Hemmings, el calificativo más benévolo que podemos colgarle a Los descendientes es el de “lenta, de ritmo pausado”, pero tampoco nos convertiremos en el colmo de la crueldad si decimos que es más bien tirando a aburrida.

Lo siento en el alma, pero a mí la película no me ha conmovido ni me ha emocionado lo más mínimo. Cuenta la historia de un hombre que pierde a su mujer en un accidente y ha de lidiar ante una difícil situación, con dos hijas a su cargo y posteriores golpes que se le irán desvelando al personaje a lo largo de la trama en forma de interesantes aunque tardíos giros de guión.

La película cuenta con una buena dosis de humor negro mal explotado (tampoco parece que fuese su intención principal) que no deja de hacerme pensar en la joya que hubiesen hecho Azcona y Berlanga en caso de haber tenido esta historia en sus manos. Pero ni Payne es Berlanga (¡las ganas que tiene!), ni Nat Faxon y Jim Rash son Azcona; y lejos de optar por contar una historia tragicómica y gamberra de humor negro que muestre la picaresca de nosotros los seres humanos, se opta por mantener la compostura y pretender hacer algo serio y profundo que deje algún tipo de poso en el corazoncito del espectador. Y es ésta una opción muy respetable, pero para ello hay que saber hacerlo, y Los descendientes no lo consigue ni de lejos.

Ignoro si el personaje del novio de Alex (Shailene Woodley) aparecía en la novela, pero si era así, que me expliquen de quién es sobrino el actor, porque lo cierto es que en la película interpreta a un personaje total y absolutamente prescindible. Cuando aparece en pantalla sobra, y cuando no aparece tampoco se le echa en falta.

La interpretación de Clooney es correcta, pero tampoco me parece como para tirar cohetes, y hay unos cuantos diálogos que me jugaría la mano derecha a que no han pasado una segunda revisión (la escena del final en la que Clooney aparece despidiéndose de su esposa es digna de un doblaje de El Informal).

En definitiva, una película totalmente prescindible que será recordada por todos y que gozará de un reconocimiento que no merece ni en broma.


1 comentario:

  1. No puedo estar más de acuerdo con tu crítica. A mí la película no consiguió emocionarme lo más mínimo, me pareció muy lenta y aburrida. Y en cuanto al novio de Alex, yo sigo sin entender su presencia, en serio, es que no tiene ni pies ni cabeza.
    Una pena que haya tantas pelis buenas que queden en el olvido y esta, gracias a una buena estrategia de marketing (la venden como "clooney nos ofrece la interpretación de su carrera") esté tan sobrevalorada.
    Por cierto, me ha encantado lo de El informal jaja
    En fin, muy buena crítica.
    Un saludo!
    http://ventana-alvacio.blogspot.com/

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