He de reconocer que El apartamento es la primera película que veo de Billy Wilder. ¿Y qué decir de ella que no se haya dicho ya? Con razón se llevó el Óscar a la mejor película, entre otros.
El protagonista de El apartamento es C. C. Baxter (Jack Lemmon), un empleado de una importante empresa de seguros eficiente y trabajador, que encarna en su persona lo que debe ser un hombre que persigue el sueño americano. A juzgar por el jaleo que arma cada noche en su apartamento, los vecinos de Buddy piensan que éste es un ligón empedernido que está continuamente trayéndose a distintas chicas a “dormir” a su cama. Pero ya en el inicio de la película el espectador descubre la triste (y patética) verdad. Buddy no es en realidad ningún ligón, sólo es un pringado que presta su apartamento a sus superiores a modo de favor para que éstos lleven allí a sus queridas, y así de paso adquirir posibilidades dentro de la empresa para conseguir un ascenso. Un día Buddy es llamado al despacho de su jefe, el Sr. Sheldrake (Fred MacMurray), quien le pide también el apartamento para llevarse allí a su amante. Buddy, una vez más, tendrá que buscarse un plan alternativo para no aparecer por su apartamento hasta que su jefe haya terminado la faena. Se le ocurre invitar a un musical a Fran (Shirley MacLaine), la azafata de los ascensores del edificio donde trabaja Buddy. Pero descubrimos entonces que Fran es precisamente la querida a la que el Sr. Sheldrake iba a llevarse al apartamento de Buddy. A partir de aquí la historia nos atrapará y no nos soltará hasta pasada hora y media, a lo largo de la cual seremos testigos de malentendidos, situaciones cómicas y demás gags que nos harán reír y en muchos casos nos conmoverán.
El apartamento muestra el contraste entre lo que nos puede parecer una persona a simple vista y lo que esa persona es en realidad. Al contrario de lo que piensan sus vecinos, Buddy es un hombre sólo, que no tiene a nadie. Es un hombre del que todo el que puede se aprovecha, y que nos da bastante lástima. Diríamos de él que, de tan bueno que es, parece tonto. En esta película de Billy Wilder vemos cómo un hombre está renunciando a su dignidad con tal de acceder a un mejor puesto dentro de la empresa, y cómo, en realidad, con todas esas promesas de un ascenso y de un sueldo mejor, Buddy no está siendo más que la víctima de un chantaje. Un chantaje que muestra cómo sus superiores le tienen agarrado por sus partes a pesar de hacerle creer que está en una situación envidiable.
Magnífica en la música, El apartamento es una de esas películas obligatorias, en la que, y esto ya es una interpretación personal, la connotación sexual que las cartas adquieren es perfecta, y quizá en esta película se basó Buñuel para hacer Viridiana, donde se vuelve a respirar una atmósfera sexual en la partida a tres del final. Pero como ya digo, esto es sólo una interpretación personal.
Peliculón!
ResponderEliminarAdemas tu eres un poco como Baxter ;)
Mi película favorita de Billy Wilder y una de las mas grandes de la historia del cine.
ResponderEliminarWilder y Diamond reflejan perfectamente la hipocresía de la sociedad americana en una historia conmovedora, donde el camino mas fácil no siempre es el mejor.
Contiene uno de los mejores primeros planos que he visto de Shirley MacLaine, y un traveling espectacular que años mas tarde repetiría Woody Allen en Manhattan.
La verdad que me acuerdo la primera vez que la vi hace años en mi Apartamento buenos aires con mi novio todos acurrucados y nos encantó. Al día siguiente la vimos de nuevo.
Saludos
Juli