
Basada en el cómic de Frank Miller y Lynn Varley, la película presenta espectaculares escenas de batalla que no dejan lugar a dudas al espectador, quien en todo momento sabe lo que está pasando con todo detalle gracias a artificiosos planos secuencia que explicitan cada movimiento. Esto es de agradecer, ya que son numerosas las escenas de batalla de otras películas en las que uno tiene que verter sudor y lágrimas para lograr vislumbrar qué es lo que está pasando en medio de tanto caos.
La película hace gala de un trabajo de posproducción digno de tener en cuenta, logrando una atractiva Fotografía que remite en todo momento al cómic en el cual la película se basa.
El filme, además, cuenta con interesantes diálogos que nos regalan alguna que otra frase lapidaria para enmarcar y que hacen de 300 una de esas pelis “de tíos” con calidad.